Ingenieros U. de Chile en la frontera espacial

“Chile es potencia de la industria espacial” . Con esta provocadora frase el Director de la Corporación ICI, Fernando Rodríguez, comienza su columna de opinión. Para salir de dudas, tienes que leerla…

Ingenieros  U. de Chile en la frontera espacial

Fernando Rodríguez
Director Corporación ICI y Gerente en Swedish Space Corporation Chile

Chile es un país chico pero muy particular: A nivel mundial juega un rol de granero del mundo y productor de materias primas, pero también es potencia de la industria Espacial. Sí, leyó bien. Si Chile desapareciera de la noche a la mañana, el 70% de la infraestructura astronómica mundial desaparecería. Y allí no acaba la cosa, porque también una porción considerable de servicios satelitales del mundo entero también quedarían “apagados”.

En esta columna me referiré a esto último, y hago el correspondiente disclaimer aclarando que hace años trabajo en esta industria, desconocida por la mayoría de nuestros ICIs.

Hace más de 50 años, opera la estación Satelital de Santiago de Chile, en la comuna de Colina, sector Peldehue. Operada originalmente por… ¡la propia Universidad de Chile! Más aún, a finales de la década del 90’s NASA también cedió completamente las instalaciones a nuestra Universidad, i.e. la Facultad de Ingeniería.  Sí. Tal como lee. Yo mismo, en todos los años que estuve como estudiante en Beaucheff jamás supe de ello, así como la mayoría de mis ex compañeros, casi ninguno lo sabía.

Desde 1958, esta estación nunca ha interrumpido sus operaciones, funciona 24 horas, 7 días a la semana, no importa si es año nuevo o si hay un terremoto, a las misiones espaciales no les importa nada de eso.  Tiene que funcionar como sea, y mediante el uso de enormes antenas parabólicas y equipos especiales, presta apoyo a servicios impensados en Chile:

  1. a) Lanzamiento y puesta en órbita de Satélites, i.e.  telecomando durante lanzamiento de cohetes espaciales. Así es como llegan los satélites de Tv, de telefonía satelital, de GPS, de astronomía, etc.
  2. b) Proveer telemetría, comandos  y rastreo de satélites, i.e.  localizar, operar impulsores, y subir/bajar data de satélites que pasan por Sudamérica). Cada vez que Ud. carga Google Maps,  ve la carta sinóptica del tiempo, o utiliza el servicio Waze,  la mayoría de esos datos bajaron a la tierra por esta estación.
  3. c) Enlace de Internet banda ancha para aviones. Sí, a partir de ahora es posible viajar a Europa con un laptop conectado a la red.

Hay más servicios, mucho más, pero aquí un paréntesis de contexto: Todo comenzó con el proyecto Apollo y posteriormente la llegada del  hombre a la Luna. El propio Neil Armstrong  estuvo paseando por las calles de Colina, arriba de un caballo con un vaso de chica en cacho agradeciendo al pueblo Chileno por el rol crítico que significó la base Chilena para esta misión histórica (googleando “Neil Armstrong Chile” pueden encontrar todo el video material).

Desde entonces, el prestigio de la base Chilena creció hasta convertirse en la estación civil más confiable a nivel mundial (medición estadística clave de toda estación seria).  Tanto así, que a partir del año 2000 una serie de otros países, aparte de EE.UU.,  comenzaron a designar a la estación Chilena como punto crítico de apoyo a sus respectivos programas espaciales. Hoy en día contamos también con la instalación físicas (apoyadas por ingenieros chilenos)  de otras agencias espaciales:  entre ellas, la agencia espacial China,  la Agencia espacial Japonesa y prestación de servicios a la Agencia Espacial Europea ESA. Sí, ya no es solo NASA. En la comuna de Colina tenemos una globalización total, donde conviven grandes agencias espaciales para operar sus cohetes espaciales, antenas y satélites.

La pregunta es:  Si los equipos son tecnológicamente muy similares en el resto de las estaciones del mundo… ¿Cómo es que se logró ese prestigio?  Respuesta corta: El factor INGENIEROS CHILENOS. Ingenieros de la U de Chile. Desde hace más de 50 años ingenieros de nuestra escuela han estado aquí  24×7, día y noche,  ganándose el prestigio con tecnología espacial de punta, a solo 40 minutos del Parque O’Higgins.  En especial a partir del año 1999, se convirtió en el Centro de Estudios Espaciales de la Universidad de Chile y desde entonces y hasta hoy, 100% de los ingenieros de staff son chilenos.

Si bien, por razones varias, la Universidad de Chile finalmente decidió en el año  2007 vender y transferir la estación íntegramente a la Agencia Espacial Sueca, ésta última mantuvo la política de tener solo ingenieros chilenos (hasta el día de hoy). Desde entonces las inversiones también han aumentado, y diversificado los servicios espaciales avanzados. Se estableció una segunda estación en Punta Arenas, operada también con Ingenieros chilenos, así como también un punto científico en Isla de Pascua (nuevamente, operada por chilenos), para servicios tan extraños como por ejemplo, detección temprana de ensayos nucleares en el Pacífico y Polinesia (servicio prestado a Naciones Unidas).

Han sido décadas de logros de estos ingenieros chilenos en la carrera espacial, tantos que la estación está levantando un museo para difundir este orgullo. ¿Habrían imaginado que nuestros ingenieros, desde el mismo corazón de Beaucheff, han estado  trabajando en misiones espaciales históricas? Incluyendo la construcción de la Estación Espacial Internacional, lanzamientos de la constelación de satélites de GPS, o llevar un hombre a la Luna.

¿De qué sirve todo eso?  Permite avances que están cambiando el mundo (el gran sueño de Steve Jobs). Un solo ejemplo:  estamos lanzando la constelación Galileo, la cual permitirá servicio de GPS con un margen de error de no más de 3 cm de distancia, permitiendo por ejemplo, que los automóviles puedan no solo saber dónde están, sino que manejar ”solos” (con el error de los GPS actuales eso no es viable).

Comentar más detalles tal vez da para otra columna, y para no perder el foco original, dejo la inquietud abierta: ¿Cuánto de esto saben nuestros estudiantes en Beaucheff? Hay un mar de distancia y timidez que debemos inculcar. Hay literalmente “un mundo allá afuera” en el espacio que pueden conquistar, tal como sus antecesores que tuvieron aún menos información de la que nuestros jóvenes estudiantes pueden disponer hoy.

 



uchile      LOGODII1         logo2_VerticalOficialfcfm_JPG