La “Revolución Digital” desde Colombia

El talento ICI está repartido por el mundo. Christian Onetto, Gerente General de Cisco Colombia nos envía este profundo análisis sobre la Digitalización del Todo. No te pierdas las novedades de nuestros columnistas…

“Un panorama alentador, pero con la adecuada responsabilidad”

Pocas veces uno tiene una oportunidad tan buena de acercarse a la comunidad de Ingenieros Industriales de nuestra querida Universidad de Chile. Es por eso que deseo dedicar cada mensaje de esta columna a todos mis colegas, quienes imagino viven intensamente, con independencia de dónde se estén desempeñando, la llamada Digitalización del Todo o “4ta revolución Industrial”, la cual definitivamente se está convirtiendo en algo muy diferente a lo que veníamos experimentando hasta hace poco tiempo atrás.

Después de estar presente estos últimos años en diferentes espacios corporativos, académicos y de gobierno, con representantes del sector público y privado para discutir el rol y las oportunidades que tiene un país como Chile o Colombia con las TICs y el fenómeno de la digitalización, quiero compartir una preocupación que me intranquiliza últimamente. Y es que veo que, a pesar de los avances en cuanto a la infraestructura, servicios y aplicaciones en TIC, los actores que estamos involucrados en esta nueva gran revolución industrial como lo es la Era Digital -hablo de los líderes del sector público y privado- todavía tenemos un saldo pendiente con la sociedad: fortalecer la educación con una alta “dosis” de ética y moral que vaya de la par del crecimiento del país.

Aunque se ha venido hablando de manera conveniente de la importancia de formar a los colaboradores en TIC, los mayores énfasis de esa formación han estado concentrados en incentivar aspectos técnicos y en fortalecer las destrezas necesarias para hacer sostenible la revolución tecnológica de la que todos somos testigos. Con esto quiero decir que estamos educando profesionales con amplias habilidades para enfrentar técnicamente el fenómeno de la digitalización y el Internet de Todo (IoE), pero dejando a un lado lo esencial: valores sociales indispensables pensar en un modelo de educación íntegro que permita la formación líderes para el futuro.

¿Cuál es la oportunidad de esta Transformación Digital?

Sin lugar a dudas, representará grandes oportunidades en el ámbito del desarrollo de nuestros pueblos, la inclusión social, el avance de la educación, el emprendimiento, la generación de empleos, entre otros. Aproximadamente 40% de todas las empresas y organizaciones que conocemos actualmente, cambiarán o incluso desaparecerán en los próximos años. Estamos en una era de completa disrupción, donde empresas como UBER, Alibabá, Airbnb, entre otras, están transformando vertiginosamente los modelos de negocios en todas las industrias que conocemos. El pez más grande ya no es el que se come al más pequeño, sino el más rápido al más lento. Antes del 2025 contaremos con más de 1Billón de sensores conectados a Internet en el mundo, más del 10% de autos en USA no requerirá de un conductor y el 10% del PIB Global se almacenará en tecnología Blockchain.

Los principales impulsores tecnológicos de esta disrupción digital serán el Internet del todo, la impresión 3D, el uso transversal de la Nube para beneficio de las organizaciones y sobre todo esto el ingreso con cada vez más fuerza de la analítica Cognitiva, aprovechando el inmenso tráfico de datos en la Red. El impacto en la Economía Global es inmensa. En particular de cara a la Productividad, la distribución de la riqueza y por sobre todo a las habilidades como transformaciones a la fuerza de empleo requerido hacia futuro. En Cisco por ejemplo, venimos realizando un estudio llamado “Skill Gap”, donde estamos observando la forma en como la fuerza laboral viene transformando las habilidades requeridas, particularmente alrededor de la digitalización. En un país como Colombia, por ejemplo, desde Cisco estamos contribuyendo al Gobierno Colombiano con inclusión social a partir de la educación en TIC, aportando con un grano de arena al proceso de PAZ de Colombia, para re insertar a la sociedad tanto a ex Guerrilleros como a soldados heridos en combate durante los últimos 50 años de guerra en el país.

¿Y por qué hablar de ética y valores?

¿Por qué la ética y los valores deberían ser factores esenciales en un país como Chile? ¿Por qué llamar la atención de este tema cuando en general estamos concentrados en el déficit notable de profesionales con conocimientos técnicos, estratégicos e inteligentes que sean capaces de habilitar las TIC?

Mi respuesta es sencilla: la nueva revolución industrial viene acompañada del fenómeno de la digitalización como protagonista de cambios disruptivos a la hora de hacer los negocios y diferenciarse con los competidores globalmente. Si aceptamos la responsabilidad colectiva de crear un futuro en el que la Innovación y la Tecnología sirven a las personas, podremos llevar a la humanidad a nuevos niveles de Conciencia Moral.

Este objetivo no solo conlleva enormes oportunidades para las empresas, pues permite aprovechar los datos que hoy en día no están siendo analizados y utilizados para crecer (casi un 80% del total de datos que circulan en la actualidad); sino que también representa una gran responsabilidad especialmente a la hora de fortalecer un sistema que asegure la reputación, esto de cara al sector privado como público.

Hoy estamos viendo que la información es pública al instante y con una capacidad de amplificarse de forma exponencial gracias a las redes sociales. Esto último requerirá por parte de los usuarios digitales, menos intolerancia en la comunicación a través de las Redes Sociales. Lo vemos en los medios de comunicación y en las redes sociales, gracias en gran parte al empoderamiento que tienen los ciudadanos al estar conectados siempre a un dispositivo móvil con acceso no solo a internet. Pero también se hace realidad por cientos de aplicaciones para compartir información o a servicios para actualizar información de manera colaborativa (wikis). Espacios donde los datos confidenciales de negocios, contratos y hasta información de la vida privada (ajena a los negocios) de las personas está siendo compartida con facilidad y sin filtros.

Este no es -ni mucho menos- un fenómeno pasajero. Por el contrario, es una tendencia que perdurará gracias al alarmante crecimiento de datos móviles que se presenta y que crecerá hasta diez veces más llegando hasta los 5,5 billones de usuarios conectados a dispositivos en la próxima década. La cifra es tan frívola que para darle una mayor dimensión debemos decir que “habrá más población con móviles que con acceso a agua”, como lo concluye el reciente estudio VNI presentado por Cisco.

La realidad actual debe traer consigo una reflexión profunda para todos los líderes de las industrias pero también para los ciudadanos. El punto es darle el valor que se requiere a la información, que si bien trae grandes oportunidades, también representa un constante sentido de responsabilidad que requiere de criterio y rigurosidad para su adecuado manejo.

Lo que es claro es que el país requiere de líderes que se enfoquen en fortalecer la educación y las costumbres al interior de sus organizaciones; seres que inspiren desde sus actos a sus colaboradores a obrar con convicción con la información que manejan, no solo de las empresas sino de las personas (clientes y ciudadanos).

Mi invitación, en especial a las escuelas de negocio es que empecemos a educar más sobre aspectos básicos como los valores en nosotros mismos, así como en el gran ecosistema que rodea una organización públicas y privadas,  a empresarios y políticos, a empleados, colaboradores, partners, proveedores y clientes. No olvidemos que la educación técnica, estratégica y en negocios en indispensable, pero sin dejar a un lado la enorme responsabilidad de manejar información. Esto debe aplicar para un banco, un negocio de retail, un proveedor de servicios en telecomunicaciones o una entidad pública.

Sin lugar a dudas, ha llegado el momento para el surgimiento de los nuevos líderes de la próxima década. Líderes inspiradores, sagaces, humanos y por sobre todo íntegros. Los invito a que hagamos de nuestros negocios y las entidades que representamos protagonistas de una nueva era en donde seamos recordados por las buenas prácticas, dejando a un lado acontecimientos como los que estamos siendo testigos en la actualidad. El cambio debe ser liderado por nosotros.

Christian Onetto
Gerente General
Cisco Colombia



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