“No es el transporte público o la bicicleta”
En el marco del 5º Foro Mundial de la Bicicleta, el investigador Alejandro Tirachini, de los grupos Transporte y Smartcities, del ISCI señaló que la clave estaría en obras integrales y retroalimentación entre sistemas…
En la 5a versión del Foro Mundial de la Bicicleta, cuya sede de este año fue Santiago, compartiendo con un panel de profesionales chilenos y españoles, del transporte y la planificación urbana, el investigador Alejandro Tirachini, expuso que en el afán de mejorar la calidad de vida, no solo se debe considerar las condiciones en torno al uso de la bicicleta, sino también las del transporte público.
Explicó que las mismas ciudades tienen situaciones que hacen que aumente o disminuya la percepción de segregación y exclusión social. Un ejemplo de ello, serían las grandes autopistas que se construyen para mejorar el tráfico, pero que en algunos casos, como la Vespucio Sur, en Santiago, se intuye que en los estudios previos a su levantamiento, no estuvieron presentes las opiniones y necesidades de quienes han quedado viviendo alrededor de esta. Y expuso una fotografía aérea que muestra que hay habitantes que deben caminar más de 200 mts solo para llegar a una pasarela que les permita cruzar con seguridad.
Tirachini, quien también es académico de la Universidad de Chile, señaló que en este caso, mejorar la infraestructura para transporte no motorizado en general (bicicleta y caminata), tiene una relación costo-beneficio muchísimo más beneficiosa que las intervenciones a la infraestructura del transporte motorizado, eliminándose de paso, las barreras de exclusión social.
“Si los tomadores de decisiones, se fijaran en estos detalles a la hora de hacer obras de transporte, los diseños que tendríamos serían muy distintos. Sería inaceptable hacer una vía expresa en superficie en un área residencial, porque te estarías echando al bolsillo las necesidades de los vecinos, en favor de las necesidades de la vía”, dijo el investigador.
En cuanto al transporte público en Santiago, habló de una “espiral de deterioro”. “El escenario actual del Transantiago, es que siguen aumentando los costos, y que año a año, además hay una disminución de los ingresos, debido a que la gente está dejando de usar el sistema. Desde mi punto de vista, esto se debe a efectos como la evasión, el aumento del uso del auto particular y de la bicicleta. Mientras que se sigue desvalorizando el transporte público”.
Citando a la última Encuesta Origen-Destino del 2012, destacó el aumento en el uso de las bicicletas, de un 2% a un 4%, pero aclaró al respecto, “no es lo mismo que un usuario del transporte público, se pase a la bicicleta, a que se pase a un auto particular”, y agregó, “estos son sistemas más sustentables en comparación con el auto particular, que produce más contaminación, más congestión y más accidentes”.
Justamente por esta disminución de la demanda, teme que en el futuro pueda existir una presión para reducir la oferta a los pasajeros. Cree que los usuarios que más sufran, podrían ser los cautivos del transporte público, que viven lejos de sus lugares de trabajo y que no tienen en la bicicleta una alternativa.
Si llegara a darse este escenario, el investigador explicó que una buena manera de sobrellevarlo, sería instalando medidas como informar el itinerario y que los operadores se comprometan a cumplirlo, además de terminar con el apelotonamiento de buses en los paraderos, por mala coordinación de sus frecuencias.
“Esto no es blanco o negro –señaló– No es el transporte público o la bicicleta. Hay necesidades de transporte sobre todo de larga distancia, que no se solucionan con ciclovías, sino con buena vialidad, con buenas calles, etc. Insisto, hay que estudiar bien las posibilidades de transporte que tienen todos los ciudadanos y ver qué necesitan para acercarse a donde quieren ir”, dijo el ingeniero, quien coincidió con los otros panelistas en que el balance y la retroalimentación entre sistemas de transporte, podrían hacer la diferencia.
Si bien el público asistente al Foro Mundial de la Bicicleta, fue muy crítico hacia el interés de las autoridades en el desarrollo de ciudades más sustentables, de todos modos Tirachini, también valoró el esfuerzo de algunos municipios por mejorar las condiciones actuales de ciclovías y de los espacios disponibles para el uso de bicicletas, destacando que grandes obras como el eje Santiago-Providencia, demuestran una intención por instalar construcciones más integrales que incorporen efectivamente a todos los habitantes.
Las conclusiones de este Foro Mundial, fueron entregadas a la Presidenta Michelle Bachelet, quien comprometió como “prioridad presidencial”, mantener el proyecto “Mapocho pedaleable”, además de trabajar en otras necesidades como el proyecto de ley que reconoce los derechos de todos los medios de transporte.
Fuente: Instituto ISCI
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