Una Invitación a Aportar
Sebastián Riquelme es el único Geofísico-Industrial de Chile y un ejemplo de cómo la ciencia y la gestión aportan al avance de los países. Hoy el Centro Sismológico es referente mundial y su desarrollo, consecuencia de la labor de un ICI…
Esta es la historia de un niño que quería hacer puentes. Su primer paso en la Universidad de Chile fue por Ingeniería Estructural, pero Sebastián Riquelme Muñoz es hoy Ingeniero Civil Industrial y Magíster en Ciencias, mención Geofísica. Es el único en el país con esos títulos, lo que en la práctica ha significado un aporte fundamental para el desarrollo del Centro Sismológico.
Orgulloso comenta que hoy es una red exitosa a nivel mundial, la primera con estaciones multiparámetro y capacitada para medir aceleración, velocidad y desplazamiento, lo que desde el punto de vista científico es un gran aporte. “Las buenas prácticas y protocolos en la gestión del Centro Sismológico han sido un aporte de mi calidad de Ingeniero Civil Industrial”, señala.
La Vida en Grados
Fue el terremoto de Sumatra el 2004 el causante de que Sebastián se diera cuenta que había algo que le gustaba más que los puentes. Ingresó a Geofísica y en la práctica tomó conciencia que la pasión iba solo por el lado de los movimientos de la tierra. Con esa certeza no dejó esta ciencia, pero decidió estudiar Ingeniería Civil Industrial, una carrera que “te sirve para la vida”, según él mismo define.
Al egresar el año 2009, su camino de ICI “a secas” quedó corto. Llevaba sólo 10 días trabajando en LAN cuando recibió el irresistible llamado de un profesor para concluir los estudios de Geofísica con una beca en la Facultad.
Paradójicamente, el terremoto de 2010 encontró a Sebastián en Suecia, pero marcó su historia profesional. El 2012 el gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera quiso trasladar el Centro Sismológico desde la Universidad de Chile a la Oficina Nacional de Emergencia, ONEMI, lo que implicó el primer desafío para que Sebastián actuara como un ICI defendiendo el financiamiento de la institución ante la Dirección de Presupuestos.
El 2013 y tras una gestión exitosa, recibieron los recursos para comenzar a desarrollar el Centro y en ese camino, nuevamente su formación de ICI fue clave. “Las estaciones eran modulares por lo que al instalarlas estabas haciendo gestión: había que conseguir permisos, comunicar su instalación y proveerlas de energía”, explica el ingeniero. Abarcar el mayor territorio en un tiempo limitado también imponía desafíos de logística, que un ICI como él supo aplicar.
“Hoy tenemos información en tiempo real y analistas 24/7, lo que no existía el 2010. El tsunami demora entre 5 y 17 minutos en llegar por lo que es fundamental contar con la información necesaria para alertar sobre el peligro y que las personas puedan evacuar”, explica.
“La labor del Centro de Sismología se seguirá complejizando y necesariamente va a requerir más industriales”, subraya, lo que en la práctica es una invitación para que los jóvenes ICI se animen a trabajar en gestión de emergencia, complementando el trabajo científico.
“En Estados Unidos es tan detallada la información, que por ejemplo está documentado en una base de datos, de años hacia atrás, qué pernos se han salido de los puentes”, información necesaria para una recuperación rápida y a menor costo. Un camino que según dice debemos seguir, si consideramos que en Chile, en promedio por terremoto, por nuestra condición de país sísmico y el no tomar las medidas de prevención, perdemos anualmente 1,7% de crecimiento.
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