Ingeniería para la Sustentabilidad
¿Hacia dónde queremos dirigir el progreso y desarrollo de nuestro país en las próximas décadas? Es la pregunta que se hace la ICI Claudia MacLean en esta columna que aborda a fondo el camino hacia el desarrollo sostenible…
Esta columna la escribo desde la perspectiva de un profesional y docente joven. Este es mi cuarto año desempeñándome en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, formando una Oficina de Ingeniería para la Sustentabilidad. La definición más conocida de este concepto fue promulgada en 1987 como parte del informe titulado Nuestro Futuro Común de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, donde se define el desarrollo sostenible como la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Durante este tiempo ha sido un honor para mí tomar el desafío de incorporar este concepto de sustentabilidad en una casa de estudios con tanta tradición como la nuestra. Para dar un poco más de contexto, entre las labores de nuestra oficina se encuentran la incorporación de tópicos de sustentabilidad en la malla curricular, la coordinación de un Minor y un Diploma en Sustentabilidad, la implementación de un sistema de reciclaje en el Campus, la instalación de una planta solar en Beauchef 851, el diseño de una política energética y auditoria hídricas, entre otras.
Pensemos que nuestro país es líder en términos económicos en la región, pero asimismo es uno de los países del mundo con mayores conflictos socioambientales. De ahí surgen varias reflexiones como la siguiente: ¿hacia dónde queremos dirigir el progreso y desarrollo de nuestro país en las próximas décadas? Esto puede dar lugar a amplios debates académicos y societales, pero para mí la respuesta conceptual es bastante clara: hacia un desarrollo sostenible.
Por otra parte, tengo la percepción de que en la actualidad tenemos múltiples herramientas en lo económico y en lo educacional, pensando en el acceso a programas de intercambio y de posgrado en el extranjero. Como ICI de la Universidad, siempre quise estudiar afuera y ese sueño se cumplió. Considero que aquello le da una perspectiva más global a nuestra formación profesional, mayor “global awareness”. Esto nos permite, entre otras cosas, mirar con mayor pensamiento crítico el entorno nacional y querer re-diseñar nuestra realidad local. Desde aquí mi alta apreciación por la formación de capital humano avanzado, en la educación de profesionales y académicos con herramientas técnicas y criterios racionales, preparados para continuar creando la sociedad en la que queremos vivir.
Independiente de si estos programas sean en robótica, biotecnología, física, negocios, educación, o sustentabilidad, es aquella sólida formación que recibimos acá en la Facultad, y que ojalá continúe mediante estudios de posgrado, la que desde mi perspectiva nos da las alas y la libertad de crear. Crear un ONG, una compañía, una oficina nueva dentro del sector público, en definitiva cualquier nueva estructura o configuración, en pos de los grandes desafíos que nuestro país aún enfrenta.
En esa misma línea, específicamente en torno a la investigación y desarrollo – como forma de creación, considero que a nivel país tenemos una considerable deuda, en términos de presupuesto asignado y planificación de lo que debe ser la ciencia en el país como ingrediente fundamental de su desarrollo sustentable. El descontento social en cuanto a este tema queda evidenciado en la marcha por la ciencia del sábado pasado, la cual también se realizó en varias partes del mundo. Ejemplificándolo en el tema del cambio climático, es difícil hacerse cargo de esta urgente problemática ambiental, sin tener el suficiente conocimiento que facilite y alimente un correcto proceso de toma de decisiones.
Claudia MacLean
Ingeniera Civil Industrial U. Chile, Magister en Ingeniería para la Sustentabilidad U. Cambridge.
Directora Oficina de Ingeniería para la Sustentabilidad FCFM U. Chile
