Corporación de Ingenieros Civiles Industriales – Universidad de Chile

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“Nací y crecí en uno de los pocos barrios antiguos que quedan en Santiago Centro. De esos en los que el almacén de la esquina era un centro relevante de la actividad social. Me pasé la infancia sin ver tele (virtud que aún mantengo) porque era mucho más entretenido jugar en la calle con mis amigos. Soy la menor de  cuatro hermanos y vengo de una familia de mucho trabajo y esfuerzo. Desde chica quise ser actriz, pero nunca me atreví. A cambio de eso, y debatiéndome hasta el final, entré a estudiar Ingeniería a la U”.

Así se presenta Francisca Canales, una integrante de la Red ICI, activa y entusiasta que a sus 31 años vive en Estados Unidos y ya cuenta con dos emprendimientos en el cuerpo.

Hace dos años que reside en Ann Arbor, una pequeña ciudad universitaria en Estados Unidos debido a que su marido, también ICI, se encuentra cursando un doctorado en la University of Michigan.

Han sido múltiples las actividades desarrolladas como residente en ese país del norte: ha hecho clases, servido en un restaurant, cuidado niños y atendido una feria de arte. “Todas experiencias sumamente enriquecedoras”, señala.

Tampoco deja de lado la actividad social, ya que está involucrada en un proyecto de alfabetización en español para hijos de latinos nacidos en Estados Unidos. “Este proyecto depende de la Universidad de Michigan y tiene como objetivo que los niños no pierdan el idioma de sus padres”, nos revela con mucho entusiasmo.

UN TANGO DE GARDEL

“Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado,
no me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás;
los favores recibidos creo habértelos pagado
y si alguna deuda chica sin querer se había olvidado
en la cuenta del otario que tenés se la cargás”.

Además de ser un hermoso tango que cantaba Carlos Gardel, “Mano a Mano” es el nombre que inspiró a Francisca Canales para dos emprendimientos: “Mano a Mano Knitting”, a través del cual vende en Estados Unidos tejidos hechos a mano, por ella misma, con lana chilota. Y “Mano a Mano” es también un centro para el cuidado y belleza de manos y pies, “un oasis en el centro de Santiago”.

Describe este último negocio como una experiencia urbana, un lugar en medio de la ciudad donde es posible escuchar tangos y leerlos en las murallas, sentarse en antiguos pupitres de colegio, disfrutar de un menú inspirado en el Teatro Municipal (que se encuentra al frente del local) y servicios de excelencia para hombres y mujeres.

Ubicado en calle Tenderini 171, en el corazón de Santiago, este emprendimiento fue idea de su hermana Marité, quien hoy se encuentra a la cabeza del local.  “En mi familia somos casi casi puras mujeres, fanáticas de la manicure y del centro…¡nos encantó la idea!. Teníamos la experiencia como clientas en varios lugares del mundo. Mi otra hermana, Maricarmen, viviendo por años en el Soho en New York, acumulando en su cuerpo la potencia de vivir en lugar con una energía urbana casi sin comparación. Yo, ingeniera industrial de profesión (cosa que ayuda mucho más de lo que yo misma me habría imaginado) y completamente enamorada de Santiago. Todas hijas de la Olguita, rigurosa y complicada como clienta. Vecinas del centro de Santiago desde siempre. Revolvimos y aliñamos todos estos ingredientes y nos atrevimos”, resume nuestra entrevistada.

Francisca refuerza los atributos de la capital de Chile: “este año fue el destino No 1 para visitar en el 2011 recomendado por el New York Times. Una ciudad como la nuestra debe preocuparse de sus centros históricos. Esa no es sólo una tarea pública, sino también una tarea de nosotros los privados”, dice. “Abrimos nuestra puertas hace un mes y medio, y la respuesta del público ha superado con creces nuestras espectativas, y sólo esperamos mejores cosas para el futuro”, señala la ingeniera.

¿Cómo te ayudó ser una ICI en tus emprendimientos?

Me ha servido mucho más de lo que yo pensaba/esperaba. Los ICI estamos en general preparados para este tipo de desafíos, y ciertamente otros muchos más grandes. Sin embargo, es solo en el ejercicio que te das cuenta cuales son las herramientas profesionales más relevantes. Para mí en particular la rigurosidad de la que somos parte durante el tiempo que pasamos en la Escuela ha sido de importancia vital. La templanza y la tolerancia a las caídas también.

En todo este tiempo, ha crecido en mí una genuina gratitud a la severidad de mis profesores del “B” (Taller de diseño y Evaluación de Negocios), y una creciente alegría por el desempeño que tuvimos con mi equipo en ese curso.

Más informaciones en: www.demanoamano.cl