“Soy un Agradecido de la Vida”
El ICI Santiago Ríos nos contó su experiencia en Enaex y desde su aporte, invita a los ICIs a estar preparados para todos los caminos que quieran iniciar. “Hoy miro atrás, veo que he cumplido distintas etapas y siento una gran satisfacción”, dice. Revisa su entrevista aquí…
El ICI Santiago Ríos, generación 1968, nos abrió las puertas de su casa para hacer una revisión de su carrera en una de las empresas más importantes del país. “Soy un agradecido absolutamente de la vida, no he sentido frustraciones. Hoy miro atrás, veo que he cumplido distintas etapas y siento una gran satisfacción”, dice.
Egresó en 1968 y comenzó su exitosa trayectoria profesional en la empresa Ferrocarriles donde se sintió “privilegiado y favorecido” de poder aportar, recuerda.
No obstante, en 1972 surgió la oportunidad de irse a Calama y apostó por una nueva vida junto a su familia, en un viaje que finalmente marcó su trayectoria profesional. Se convirtió en el primer Ingeniero Civil Industrial en trabajar en la Empresa Nacional de Explosivos, Enaex, compañía que en esa época pertenecía a la norteamericana Du Pont y que luego fue estatizada pasando a manos de CORFO.
“Pensaba estar allá 4 o 5 años y me quedé porque tuve la suerte de ir ascendiendo”, nos cuenta el profesional. A los pocos años de estar en Enaex lo nombraron gerente de planta, una gran oportunidad que no podía pasar por alto.
Por esos años comenzó a tomarle el pulso al negocio y a interesarse por calderas, compresores, equipos de refrigeración y todos los componentes químicos, reactores, que participan en la fabricación de nitroglicerina para los explosivos dedicados a la industria minera.
A modo de anécdota, nos cuenta que esa planta fue la última en el mundo que fabricó ácido nítrico a partir de salitre. Estuvo en operaciones hasta el año 82, con un altísimo costo de mantenimiento.
El año 85, Santiago Ríos se trasladó a Antofagasta, donde se hizo cargo de dos plantas, la de Calama y una segunda en Mejillones, y en 1987 vivió un nuevo cambio en la empresa: su privatización. “Con este proceso se inicia un fuerte programa de inversiones que posibilita que de las antiguas 50 mil toneladas al año, hoy produzca 1.000 toneladas de nitrato de amonio”, explica.
Por esa ápoca, el ingeniero vuelve a Santiago para hacerse cargo de las nuevas inversiones, labor en la que se desempeñó hasta el año 2009, fecha en que se pensionó.
Desde entonces, ha volcado toda su experiencia haciendo capacitación y asesorías en la misma Enaex y desde el año pasado en Ingeniería Industrial, dictando el curso “Gestión Integral de Negocios”, donde ha cumplido con la misión de acercar el “mundo real” a los estudiantes.
¿Empleado o Emprendedor?
El aporte que hoy hace Santiago Ríos a la carrera no está exento de críticas. Le inquieta que los futuros ingenieros tengan hoy menos ramos tecnológicos y pocas prácticas, que en su época eran intensivas y desde el primer año.
Asimismo, le llama la atención el alto interés que tienen hoy los jóvenes por emprender y no pertenecer nunca a una empresa. Opina que no es malo tener esas legítimas aspiraciones, pero aclara que es necesario que los jóvenes tengan claro que sólo algunos tendrán éxito por diversas circunstancias. “No hay diferencia en la metodología para un proyecto propio o el de una empresa y además, debe existir la misma motivación”, asevera el ingeniero. Por eso, afirma que el deber de todo ICI es estar preparado para enfrentar todos los caminos.
